Una veintena de jóvenes adecuan el entorno del futuro jardín didáctico de Doña Mencía
El campo de voluntariado ambiental que se ha llevado a cabo en Doña Mencía, ha llegado hoy a su fin. Han sido diez días –del 20 al 29 de agosto- de intenso trabajo en el que los participantes han adecuado el entorno natural de una antigua finca que había sido convertida en escombrera.

Esta actividad está promovida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Se realizan ocho en el total de la comunidad autónoma, siendo éste campo el único desarrollado en la provincia de Córdoba. En concreto, la actividad organizada en Doña Mencía ha contado con la colaboración de la Asociación Favencia. Su coordinador de proyectos, Antonio Camacho, explicó a 95.7 NOTICIAS que los trabajos han consistido en la instalación de una valla, el empedramiento de varios caminos y la mejora de algunos senderos. Todo ello, afirmó, a fin de adecuar todo el entorno natural de una antigua finca convertida en escombrera. A corto-medio plazo el objetivo es “construir un jardín didáctico” por lo que con este campo de voluntarios “se han dado los primeros pasos para que este proyecto sea en breve una realidad”.
En total han sido 18 jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 30 años, en su mayoría licenciados o estudiantes de Ciencias Ambientales, procedentes de toda la geografía nacional –como Madrid, Barcelona, Almería, Huelva, Cádiz, Jaén, Granada así como de la provincia- que han vivido una experiencia sobre todo, enriquecedora. Ha sido financiada por la Consejería de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Doña Mencía y la propia Asociación juvenil, rondando el presupuesto los 12.000 euros.
De hecho, el coordinador de Favencia afirmó sentirse “muy satisfecho del trabajo realizado”. Han trabajado con la técnica de piedra seca “al objeto de preservar los valores enológicos del Parque Natural de la Subbética”.
Este campamento sirve también, aseveró Antonio Camacho, para fomentar no sólo el trabajo medioambiental sino el aspecto humano. Vínculos de amistad que consiguen fortalecerse en tan solo diez días de convivencia y que hoy, en su despedida, han provocado más de una lágrima y han borrado más de una sonrisa. Y estas relaciones personales son posibles porque, por supuesto, todo no ha sido trabajar. Los participantes han tenido también tiempo de divertirse, conocer la zona y practicar algo de deporte.
Las jornadas han sido, sin lugar a dudas, “bastante completas”. El trabajo de campo comenzaba a las nueve de la mañana hasta las una y media de la tarde. Posteriormente y antes de un fuerte almuerzo, se realizaban diferentes juegos –sobre todo en la piscina- y por la tarde han asistido a un taller de construcción de señales. La parte cultural también ha sido importante, realizando visitas a la Cueva de los Murciélagos y a los municipios de Zuheros, Doña Mencía y Priego. Y, por supuesto, antes de dormir y recargar pilas, las noches se amenizaban con talleres de masajes y otras actividades lúdicas.
Hoy mismo la asociación Favencia también ha dado por clausurado el curso “Estrategias de Educación Ambiental” en el que han participado 25 jóvenes.

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